miércoles, 19 de febrero de 2014

PASO A PASO: RESCATE DE UN REMERO NÁUFRAGO A CARGO DE LA PREFECTURA NAVAL ARGENTINA.

La fecha: 15 de Febrero de 2014. La ocasión: una salida fotográfica del Foto Grupo Sur, del que formo parte.

El sitio: confluencia de los ríos Luján y Tigre, en la localidad de Tigre, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Los hechos: Eran las 13,22 hs cuando ví que por el río Luján era arrastrado por la corriente un kayak del que había caído su tripulante. El náufrago hacía reiterados y vanos intentos de reembarcar que, invariablemente, terminaban con la embarcación sobre su cabeza.
¡Mis felicitaciones a la Prefectura por su tarea: rápida y eficiente! Muestra evidente de su profesionalismo.





Agotado, se tomó un respiro y se dejó llevar.


Al momento de cruzar la desembocadura del río Tigre, se hizo presente un patrullero de la Prefectura, quien de inmediato, comenzó a darle instrucciones sobre la forma de poder volver a abordar su embarcación.





Fue en vano. No podía lograrlo y la corriente seguía llevándolo río abajo. Fue entonces que arribó al lugar otra patrulla de la Prefectura y se sumó al operativo.


Debieron maniobrar para ubicarse en posición favorable.


Llegó, además, un remero del mismo club del accidentado y se dispuso a colaborar.



Por lo que se veía desde mi posición, era evidente que la idea era preparar el kayak para que fuera remolcado por el remero recién llegado y el náufrago sería llevado en la moto de agua por el primer rescatista.


 En pocos instantes, todo estuvo listo.


Partieron, entonces, cada uno con su rumbo.



En esta punto pasaron frente a mí. En el lugar donde comencé a tomar las fotos. De aquí en más, debí seguirlos río arriba por la costa. Por fortuna fue un corto trecho.




Y por fin: ¡Tierra firme!


Se recuperó el remo y también los efectos personales. Luego el patrullero siguió con su ronda.



Enseguida llegó el remero que remolcaba el kayak.




Lo que siguió fue: desagotar el agua del kayak y ubicarlo en su sitio.








Hecho lo cual, seguí mi camino. Eran las 13,35 hs. Toda la anécdota había durado 13 minutos en total.



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